2874.- La Marquise (Automóvil) [1884]. De Dion Bouton et Trepardoux
A finales de diciembre de 1881, el conde Jules-Albert De Dion (1856-1946) perteneciente a una de las principales familias nobles francesas, hacía sus compras de Navidad y buscaba cotillones. Por casualidad pasó por una tienda de juguetes en la que se vendía una locomotora de vapor en miniatura. De Dion quedó fascinado por ese reducido modelo y decidió comprarlo preguntando al mismo tiempo por el nombre del fabricante, que resultó ser el ingeniero Georges Bouton (1847-1938), conjuntamente con su tío, Charles Armand Trepardoux, un fabricante de calderas.
El conde De Dion se personó rápidamente en sus talleres de la rue de la Chapelle, en París, y consiguió convencer a ambos hombres del gran futuro de los vehículos a vapor para el transporte de personas. Estos humildes “jugueteros” apenas ganaban siete francos al día a base de construir maquetas de barcos, con motores de vapor e instrumentos científicos. El Conde de Dion les ofreció pagarles diez francos al día si trabajaban para él, construyendo un motor de vapor de mayores dimensiones que sirviera para mover un carro de caballos.
En 1883, Jules-Albert De Dion y los dos ingenieros Georges Bouton y Charles Trepardoux fundaron la empresa De Dion Bouton et Trepardoux con la intención de iniciar la producción de vehículos a vapor capaces de transportar pasajeros. La sociedad se trasladó rápidamente a otros talleres, en la rue de Pergolese, cerca de la avenida de la Grande Armée, en pleno centro de la industria “bicicletera” de París. Pero, el principal problema radicaba en que las calderas que existían hasta ese momento eran demasiado grandes (movían locomotoras y barcos) para ensamblarlas en un carruaje. Así que tuvieron que ingeniárselas para montar un motor de vapor en un triciclo y posteriormente construir un cuadriciclo (año 1883). Tenía transmisión por correa y la dirección a la rueda trasera (lo cual constituía un serio inconveniente) además, el combustible líquido empleado era muy propenso a incendiarse de forma repentina. Por si esto fuera poco, la gran caldera vertical, hacía que pareciese una especie de cafetera con ruedas, por lo que era necesario rediseñar todo el conjunto. Un año más tarde, tras varias pruebas, consiguieron alcanzar una disposición mucho más práctica.
Al año siguiente, en 1884, produjeron un coche de vapor más avanzado, con el motor ejerciendo la tracción sobre las ruedas traseras y dirigido con las ruedas delanteras. Este vehículo funcionó satisfactoriamente y fue llamado La Marquise en honor a la madre del conde De Dion.
Este coche, utilizaba carbón, papel y madera como combustible para producir vapor, y alcanzaba una velocidad máxima de 61 km/h. La Marquise no tenía suspensiones y sus ruedas eran metálicas rodeadas simplemente con unas tiras de caucho. Tenía una autonomía de 30 Km, medía 3 metros de largo y pesaba alrededor de 952 Kg. Tenía capacidad para cuatro personas (situadas espalda con espalda). El vehículo podía presumir de ser el primer vehículo familiar ya que disponía de cuatro ruedas y cuatro asientos de ahi su denominación Dos-A-Dos.
El avance mecánico que permitió la construcción de “La Marquise” fue el nuevo diseño de su caldera, que era mucho más corta, dispuesta en forma de anillos concéntricos, y que transmitía su fuerza a las ruedas traseras a través de dos motores situados debajo del suelo del vehículo. El agua necesaria para producir el vapor era transportada en un depósito de acero bajo el asiento, con una capacidad de 40 galones (151,4 litros), que era suficiente para recorrer unas 20 millas (32,2 km). El coche necesitaba media hora para alcanzar su temperatura de funcionamiento.
La caldera vertical estaba situada por delante del piloto y rodeada por un bunker, que mantenía el fuego alimentado con carbón a través de unas tolvas situadas en el fondo, eliminando la necesidad de avivarlo. Una bomba manual suministraba agua a la caldera en un primer momento, hasta que la presión alcanzaba el nivel de trabajo, de unos 170 psi (unos 11,72 bar), y los motores auxiliares comenzaban a bombear y el agua llegaba de forma automática.
Conduciendo “La Marquise”, Bouton participó en “la primera carrera de automóviles” en el año 1887 (era el único vehículo participante), a un promedio de 16 mph (unos 25,7 km/h), en un recorrido de algo más de 32 km, entre París y Versalles, alcanzando velocidades punta de hasta 37 mph (59,5 km/h). Al año siguiente fue de Dion el que realizó este mismo recorrido, logrando una media de 18 mph (28.9 km/h).
Se fabricaron en total 20 unidades, de las que tan sólo han sobrevivido 6, y de las cuales tan sólo una está en perfecto estado de funcionamiento. La Marquise que sigue en funcionamiento, fue subastada en 2011 alcanzando un precio de 4,5 millones de dólares.